Este era un sueño desde hace un tiempo atrás… quizás varios años atrás quería encontrarme con este hombre que fue quien me saco adelante cuando yo era muy pequeño y al parecer nadie me tenía fe.
Quería darle un fuerte abrazo y decirle Gracias… pero era tanta la emoción que tenía que el “Gracias…” no me salió…
Ese abrazo… ese reencuentro fue nada más y nda menos con el médico que le dio sentido a mi vida…
El Dr. Carlos Fernando Zambrana
(Neurólogo)
Por cierto fue un reencuentro muy emotivo para los dos donde fue un ping pong de preguntas y respuestas donde dio la sensación que era una charla de viejos amigos que hacía 30 años que no se veían…
Mi enorme cariño hacia el Dr. Zambrana viene desde muy pequeño, él me atendió en un Hospital en La Plata cuando yo tenía tan solo 2 años, yo fui uno de los primeros pacientes que atendió cuando él estaba haciendo la residencia en la capital bonaerense, luego me siguió atendiendo en Bahía Blanca y en Coronel Dorrego por eso quería verlo, tener una charla con él, y agradecerle por haberme sacado adelante.
Bueno, aprovecho esta oportunidad y lo saludo por el Día del Padre porque sentí en su abrazo, el cariño, la ternura, la sonrisa y el apoyo de este hombre de nacionalidad boliviana que vino a estudiar a La Plata, que por suerte y gracias a Dios se quedo en nuestra Argentina donde Dios me lo puso en el camino, porque si eso no ocurría quizás yo no hubiera estado escribiendo esta editorial.
Mi mamá le conto que cuando yo era chico le decía “El doctor del martillito”.
Entonces este buen hombre… me dijo:
“Ya que me recuerdas como El doctor del martillito, este va ser mi recuerdo”.
Y me lo regaló…
Un fuerte abrazo
Guillermo Armendariz
Mi agradecimiento a mi mamá y a la tía Norma por acompañarme y compartir conmigo este momento de alegría y de emoción.
Quería darle un fuerte abrazo y decirle Gracias… pero era tanta la emoción que tenía que el “Gracias…” no me salió…
Ese abrazo… ese reencuentro fue nada más y nda menos con el médico que le dio sentido a mi vida…
El Dr. Carlos Fernando Zambrana
(Neurólogo)
Por cierto fue un reencuentro muy emotivo para los dos donde fue un ping pong de preguntas y respuestas donde dio la sensación que era una charla de viejos amigos que hacía 30 años que no se veían…
Mi enorme cariño hacia el Dr. Zambrana viene desde muy pequeño, él me atendió en un Hospital en La Plata cuando yo tenía tan solo 2 años, yo fui uno de los primeros pacientes que atendió cuando él estaba haciendo la residencia en la capital bonaerense, luego me siguió atendiendo en Bahía Blanca y en Coronel Dorrego por eso quería verlo, tener una charla con él, y agradecerle por haberme sacado adelante.
Bueno, aprovecho esta oportunidad y lo saludo por el Día del Padre porque sentí en su abrazo, el cariño, la ternura, la sonrisa y el apoyo de este hombre de nacionalidad boliviana que vino a estudiar a La Plata, que por suerte y gracias a Dios se quedo en nuestra Argentina donde Dios me lo puso en el camino, porque si eso no ocurría quizás yo no hubiera estado escribiendo esta editorial.
Mi mamá le conto que cuando yo era chico le decía “El doctor del martillito”.
Entonces este buen hombre… me dijo:
“Ya que me recuerdas como El doctor del martillito, este va ser mi recuerdo”.
Y me lo regaló…
Un fuerte abrazo
Guillermo Armendariz
Mi agradecimiento a mi mamá y a la tía Norma por acompañarme y compartir conmigo este momento de alegría y de emoción.
1 comentario:
Quienes conocemos no solamente tu lucha, sino también la de tu madre, compartimos con ustedes esta gran alegría. Un abrazo.
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